viernes, 30 de mayo de 2014

25 de Mayo: DE FIESTA POR LA PATRIA



Y LA DANZA EMPEZÓ A CAMBIAR EL LUGAR...




La Prof. Silvina Barbaro junto a alumnos de 2° y 3° año.
 


Las Escuelas y la Comunidad de Villada se unieron a los festejos.



La Prof. Patricia Campitelli nos invitó a reflexionar 
sobre la construcción de nuestra Patria... 

Existe una tradición, legado de la Revolución, que define a la Patria como un proyecto, y es que en Mayo de 1810 cuando nace la Política, como sostienen algunos historiadores. Esta idea ejerció en el siglo XIX, su enorme potencial transformador que presenta como desenlace la conformación 
de un pueblo soberano.
La Metrópoli española, en franca decadencia, generó una crisis en los lazos que la vinculaban con el Río de la Plata. Era el momento oportuno para reemplazar una autoridad dictatorial como la que ejerció Cisneros. Pero… ¿quién se haría cargo? ¿De qué manera destituir al Virrey? Se dio el espacio y la voluntad de un grupo para encaminar entonces aquella Nación como libre e independiente. La semana de Mayo fue el campo propicio para enfrentar semejante tarea. En la mañana del 25, Saavedra surge como el hombre fuerte de todas estas jornadas y lo acompañaron otros tantos patriotas como Castelli, Moreno, Belgrano, Paso. La formación de la Primera Junta cobró legitimidad al instante, por un pueblo sediento 
de libertad política y económica.
El clima que vivía la Nación por formarse, no era el de los más fáciles, se parecía mucho a los momentos de angustia, confusión, inseguridad, incertidumbre que presenta la crisis actual. Sin embargo, la iniciativa de abrir un camino hacia la independencia era más fuerte que cualquier obstáculo.
Cabe preguntarnos entonces: ¿qué nos separa de aquel momento? ¿Es que pretendemos otra cosa? ¿por qué nos cuesta tanto asumir un cambio? ¿Es que no queremos estar mejor? Quizás me puedan responder que la Patria ya está hecha. Y nos repreguntamos… ¿está hecha la Patria?
Aquí voy a parafrasear un debate que mortificaba  a Juan José Castelli luego de la Revolución, cuando él se interrogaba... ¿Qué nos faltó para que la utopía de Mayo venciera la realidad? ¿Por qué muchos de los que gestaron la revolución, traicionaron la utopía? ¿Escribo la historia de una carencia, no la carencia de una historia?
Es probable que una de las grandes diferencias que nos separa, es que para aquellos hombres de Mayo, el proyecto de la Patria fue un proyecto en común. Para Belgrano, Moreno, y tantos otros, era preciso corresponder a la confianza del pueblo, y lograr un único objetivo: el bien público.
Claro, que los tiempos cambiaron, y los proyectos de país también. Las modificaciones del Estado argentino han ocurrido al compás de los cambios internacionales y de los intereses criollos. Luego de las desgarradoras luchas de la independencia, de la consolidación de ideales de independencia,  de abiertos enfrentamientos entre el interior y Buenos Aires, el devenir del tiempo nos ha mostrado cómo nos hemos convertido de un Estado liberal oligárquico a fines del siglo XIX y principios  XX a un Estado de bienestar con el peronismo y la democracia social,  de un Estado desarrollista en los años '60 al Estado terrorista de los '70, hasta desembocar en un Estado neoliberal en los '90. Y hoy, seguimos en la búsqueda de un rumbo difícil de encauzar tras los debacles que nos deja este mundo globalizado, unido por las tecnologías, pero cada vez más fragmentado. Cada una de estas “Patrias”, la suma de estas divisiones, han dado por resultado que el ideal de Moreno y Belgrano siga sin cumplirse: hoy tenemos una polarización social tan desproporcionada como nunca la historia había mostrado.
Tan solo acabamos de cumplir 200 años, podríamos decir que Argentina, es un ensayo de país, una Patria que quiere nacer. Esta  apreciación se sostiene en la evidente falta de unidad nacional, alentada por los diferentes momentos de la historia; protagonizada inicialmente por la “patria” de los Saavedristas frente a la “patria” de los Morenistas, luego por la “patria" porteña, unitaria, vs. la “patria” del interior, federal,  después la “patria” del gaucho vs. la “patria” del inmigrante, la “patria”  de la oligarquía y la de los obreros, la “patria” de los peronistas y la de los radicales, la de los militares azules y colorados, la de los  peronistas y antiperonistas, la de la gente K y no K, la del Grupo Clarín y la del 6,7,8, la “patria” de las alianzas que lejos quedaron de ser alianzas… la Civilización frente a la Barbarie, han segmentado y debilitado sueños, utopías, destinos y también realidades. ¿Esta es la respuesta que buscamos?
Es muy bueno plantear como punto de partida que la Nación se conforma de intereses heterogéneos y hasta contradictorios, la oposición es saludable, pero la gran cuestión es cómo se organiza esa disputa de intereses y de políticas para que no suponga exclusión del contrario. Y seguimos repreguntándonos: ¿es un problema de la política argentina o es un problema cultural? ¿Es un problema de los que nos dirigen o es un problema de todos?
La frase que nos acompaña en este acto, señala algo clave de nuestro quehacer: “Los destinos de una Nación, se construyen todo los días con actos cotidianos”. Estimo que aquí está la gran respuesta. Es hora que las patrias sectoriales o regionales se extingan. La Argentina debe ser un país para el conjunto de la sociedad, un lugar de identificación y de aprovechamiento integral de los frutos de su riqueza y de su cultura para todos los argentinos. Quizás sólo entonces la palabra “patria” tenga algún sentido, y nos estaríamos acercando a los ideales morenistas.
En su último libro la psicóloga Pilar Sordo plantea qué es envejecer. Y una de las respuestas que relevó en su investigación menciona que envejecer es tener más recuerdos que proyectos. No pude dejar de considerarlo en esta fecha, pues nos puede hacer revisar ciertos aspectos. Sí sabemos que no somos un país viejo,  ¿pero tenemos proyectos? Nos hemos equivocado y mucho, pero ¿nos quedamos solo en el recuerdo de lo que fue? ¿Hacia dónde vamos? ¿Nos preguntamos hacia dónde queremos ir? Es un compromiso de todos repensarlo y actuar en consecuencia.
Creo que es hora de darnos cuenta de que una Nación no se construye con grandes discursos, sino asumiendo cada uno desde su lugar, compromisos leales, solidarios y constructivos. Asumiendo las responsabilidades que nos cabe a cada uno: como padres, como trabajadores, como autoridades, como docentes, como alumnos, como hijos, como abuelos. Asumiendo un rol activo y no de mero especulador o crítico de una situación en la que nada aporto si no busco con otro la solución.
La historia nos reúne hoy con una mirada esperanzadora hacia el futuro mediato. En Villada hay mucha gente que desde el anonimato construye la pequeña patria con esfuerzo cotidiano, con dignidad, con solidaridad. Sin embargo nos viene faltando un nuevo relato que nos una en un sueño compartido, y que no sea sólo el de ser campeones del mundial de fútbol.
Confío una vez más en que esta fecha nos convoque a una nueva revolución. La necesitamos. Las reflexiones son necesarias, pero junto al debate. Es hora de actuar… para volver a luchar con responsabilidad por lo que se quiere, para no vivir lo que no queremos.



 
La música y la danza, de la mano de artistas locales y un grupo de nuestros alumnos, cerraron los festejos.



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