El haiku es
una chispa, un instante en que el escritor descubre algo allí donde había
mirado miles de veces. Por eso, cuando un lector desprevenido lo lea quizá
sienta que mira lo que miró en muchas ocasiones. O quizá no... y es entonces
cuando el haiku produce esa magia poética.
Los haikus ganadores de este año entre los creados por los alumnos de nuestra escuela y que se enviaron a Buenos Aires fueron:
El zorzal canta
y arropa en
aquel nido
un mar inquieto.
Ivo Kovacevic
3°año
Llueve y no cesa.
El alma desolada
te busca siempre.
Gastón Bensegues
4°año
En el desierto
de este cielo tan
gris
el ave llora.
Rocío Yaffar
5°año
El momento de la premiación y la gran alegría para Ivo y nuestra escuela:
PRIMERA MENCIÓN A NIVEL NACIONAL
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