viernes, 1 de abril de 2016

El ensayo: nuestras opiniones sobre escribir en el exilio

Escritores fuera de su tierra
Los escritores y el exilio…  Me motiva  desarrollar su situación y sus sentimientos ya que, poniéndonos en  su lugar, compartiremos la huida del país por determinado motivo. Reflexionaremos sobre lo  doloroso que es despegarse de la tierra en la que uno nació, se crió y creció.
“Escribo versos previamente llorados por la ciudad donde nací”, escribe Gelman en su poema “Mi Buenos Aires querido” manifestando un estado de plena angustia, nostalgia y depresión. Como cualquier persona que ama sus tierras natales, él las extraña cuando se encuentra lejos de las mismas. De sólo  imaginar tener que alejarse de amigos, vecinos y, en ciertas ocasiones, de familiares, nos sentiríamos disgustados. Es como empezar de cero, pero en contra de su voluntad. Se dan cuenta de cuánto aman a su país cuando se van. Ya no sentirán las risas de los niños de las familias todos los domingos cuando se junten a comer el asado, ya no se aferrarán a esas brisas de verano por la tardecita sentados plácidamente en una silla afuera de su  casa, ya no más. La soledad, triste y deprimente. Deprimente como no ver más a tu  madre o a tus hijos. Para algunos, peor que estar muertos.
Pero más allá de que los desarraiguen de sus tierras, habrá algo que nunca les podrán sacar: su idioma. Y ahí sí, cuando recuerdan que al menos queda algo de su lugar natal de lo que no lo pueden privar, llegará la nostalgia pero también el sentimiento de que no todo está perdido, y sobre todo, llegará la esperanza. Esperanza de reencontrarse con su gente, de abrazar una y mil veces más a sus seres queridos, esperanza de ser, una vez más, argentino.
Eugenia Risso

5to año 2015

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