25 de Mayo
1810 - 2016
"Es justo que los pueblos esperen todo lo bueno de sus dignos representantes: pero también es conveniente que aprendan por si mismos lo que es debido a sus intereses y derechos"
Mariano Moreno
Cantamos el Himno Nacional Argentino acompañados en el piano por la joven firmatense Rosana Biondi y en sintonizador de viento por el Prof. Adelqui Tenaglia.
Las palabras alusivas a cargo de la Prof. Patricia Campitelli.
"Un año más sumamos a nuestra historia, de Patria libre. Pero no es
un año más, porque llegamos al umbral del Bicentenario de nuestra
Independencia.
Se hace difícil reflexionar en este país, sobre ¿cuánto hemos
crecido como Nación?, cuánto nos falta crecer?, qué hicimos bien?, qué hicimos
mal?, hasta dónde queremos cambiar?, Qué queremos?
Si vivieran aquellos
inmortales de 1810, verdaderos patriotas, que se jugaron por un brusco cambio,
porque era necesario romper lazos con España, porque era hora de vivir
libremente, porque así lo sentía el pueblo, porque era hora de comenzar a
construir un Estado Nación, dudo que pudieran hoy, a más de 200 años, responder
estas preguntas que como argentinos deberíamos repensar.
Expresar palabras un día como hoy no resulta sencillo, en medio de
tantas transiciones que nos han llevado de una crisis a otra. Es por eso que,
no quería dejar pasar por alto la frase que nos acompaña en este acto: “Es
justo que los pueblos esperen todo lo bueno de sus dignos representantes, pero
también es conveniente que aprendan por sí mismos, lo que es debido a sus intereses y derechos”
Mariano Moreno.
¿Quién fue Mariano Moreno? Un integrante de la primera junta,
abogado de profesión, amante de los ideales de la revolución francesa, del
Iluminismo, basados en la igualdad y en la democracia, hasta llegar a
considerárselo como el Teórico de la Revolución de Mayo.
El sentimiento de humillación fue fuerte entre los revolucionarios
de mayo, porque a los Criollos no se les permitía ninguna participación en el
gobierno de la colonia. Para la corona española solo importaban funcionarios de
origen peninsular, y no la capacidad de gestión ni la preparación profesional.
Entre estos privilegiados surge Cornelio Saavedra, líder militar de la revolución, representante de los sectores
más tradicionales que se conformaban con un cambio de gobierno que garantizara
la libertad de comercio y que no modifique la situación social y económica que
había dejado la dominación española.
Mariano Moreno, por su parte, fue la llama que encendió la Primera Junta y,
aunque no tuvo una actuación destacada en los acontecimientos de la Semana de
Mayo, cuando asumió como secretario del primer gobierno patrio, empezó su actividad
revolucionaria que marcaría fuertemente este proceso. El presidente de la Junta
Cornelio Saavedra, referente de los moderados conciliadores con las ex
autoridades coloniales, era su más enconado adversario.
Desde su cargo de secretario de la
Junta, Moreno impulsó medidas innovadoras y trató de difundir los ideales
revolucionarios y sus proyectos políticos innovadores a través de La Gaceta,
periódico fundado por él el 7 de Junio de 18 10. Representaba a los sectores más
revolucionarios que querían algo más que un cambio de gobierno. Se proponía
modificar la economía y la sociedad heredadas del virreinato. Por tal motivo, trató de llevar a la
práctica sus proyectos de continuar la revolución, terminar con los privilegios
coloniales, controlar a los españoles para que no estén en la causa patriótica,
para lo cual no descartaba métodos implacables con tal que la Revolución
cumpliera sus objetivos y se afianzara en toda América. En este marco tomó la
decisión del fusilamiento de Liniers y los complotados de Córdoba. Además bogó
por congregar a todas las provincias en
un Congreso Nacional para redactar la Constitución, como forma democrática de
ser un país soberano, para declarar la Independencia Nacional.
Sujetos los Saavedristas a no tener una revolución, hasta tanto no
saber qué sucedería con la monarquía en España, Moreno se cansa de luchar. Luego de su
alejamiento de la Junta fue designado como diplomático a Londres pero falleció repentinamente en alta mar.
¿Por qué esta revisión del pasado
independentista? Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia… La
Nación nacía y ya estaba dividida… intereses encontrados empañaron ideales de
cambio. Hubo cambios, pero no radicales, no claros, no convenientes para todos.
Y la Argentina hoy ¿en qué napa de
profundidad se está dando el cambio? ¿Ha ocurrido un temblor superficial o
asistimos a un terremoto profundo en la sociedad? ¿Qué grado de azar o
necesidad ha provocado ese cambio? En la respuesta a estas preguntas tal vez se
esconda el alcance de la frase de Mariano Moreno.
El cambio que se está desarrollando no
depende sólo ni primariamente de lo que haga el Gobierno, sino de la decisión ,de
abajo hacia arriba, que haya tomado la gente frente a su destino de nuestros fracasos.
Aprendamos de una vez de acuerdo a nuestros intereses, nuestros derechos.
Ante tantos casos de corrupción que se están develando del gobierno
anterior, como tantos otros casos que se han repetido en nuestra historia, hace
un mes atrás, en el diario La Nación, opinaba Valiente Noalles, que "si la
sociedad de lo único que se hartó es del kirchnerismo, y no de sí misma, la chance de repetir su
historia es alta". Y me quedo con esta idea. Tenemos la necesidad de levantar cabeza
sobre nuestra historia y asomarnos a un cambio de paradigma que deje
definitivamente atrás décadas de estancamiento y autodestrucción. En un sentido
profundo, la anomia nos ha atravesado, por nuestro exclusivo pacto con lo
inmediato, con el populismo, y no nos
dejó la posibilidad de acordar un proyecto común que se exprese en políticas de
Estado.
Estamos
ante un bicentenario, ante un gobierno reciente, ante una gran oportunidad que
nos ofrece la historia. Debemos pasar
del deseo de ser Nación a construir la Nación que queremos. Parece oportuno
citar la idea que aportó en el 2002, la Conferencia Episcopal Argentina: “Necesitamos recrear una nación cuya identidad sea la
pasión por la verdad y el compromiso por el bien común”.
Sabemos
que una Nación es una comunidad de personas que comparten una historia, una
cultura y un destino común. Por ello debemos volver a la raíz del siguiente
planteo ¿Queremos elegir nuevamente ser argentinos? ¿Aceptamos asumir con
responsabilidad nuestra parte en la reconstrucción de la Nación?
Tenemos que desarrollar algunos valores indispensables para
la vida social:
·
Frente a la cultura
de la dádiva, promover la cultura del trabajo, el espíritu de sacrificio, el
empeño perseverante y la creatividad.
·
Frente a la
corrupción y la mentira, promover el sentido de justicia, el respeto por la ley
y la fidelidad a la palabra dada.
· Frente a la anomia,
recuperar la norma en sociedad
· Frente a
la fragmentación social, la famosa grieta, promover la reconciliación, la tolerancia el
diálogo y la unión.
· Frente al
facilismo demagógico, priorizar la educación y el empleo con dignidad y sacrificio.
· Frente a
la pobreza, la marginalidad, la exclusión, obrar con inteligencia, amor y
responsabilidad, y así edificar una sociedad y un Estado más justo y solidario.
· Frente al poder, al
autoritarismo, al egoísmo, al materialismo, debemos estimular el sentido del
bien común para lograr el bien de todos.
· Frente a la invasión
global, extranjera, defender lo nacional
· Frente a los errores,
asumir y corregir los hechos para aprender y mejorar
· Frente a la inmediatez,
sentarse a pensar.
En este momento de transformación nos alienta la
esperanza, que es una de las virtudes que el argentino no ha perdido. Las
personas y los pueblos, por mal que estemos, siempre tenemos la oportunidad de
estar mejor. Pero el futuro se construye con el esfuerzo arduo de todos, de
gobernantes y gobernados.
Cuando termine el acto, les pido una tarea a todos. Preguntarse y
responderse: ¿En qué quiero cambiar? ¿Qué puedo hacer desde mi lugar para que mi
Nación mejore?
Quizás en este marco, la frase de Mariano Moreno vuelva a tener
sentido y mucho. Busquemos entre todos, los medios
para que podamos determinar por consenso qué Nación queremos ser, para superar
el sabor amargo que nos dejaron nuestros errores pasados y para comenzar un
sólido camino hacia un bicentenario en Paz. Es nuestro mayor deseo."
Que nuestro lenguaje, en sus diversas formas, se instrumento de integración e inclusión...
Que en la vida social, cada persona tenga un lugar desde el respeto de las diferencias...
Porque creemos en la construcción de una sociedad mas justa, democrática y humana...
Alumnos de 1ro, 2do, 3ro, 4to de la Escuela de Educación Secundaria Orientada N° 369 interpretaron "la vida es un vals" de Diego Torres, con lenguaje verbal de señas.