YO SOY MI FUTURO Y SOY MI AYER
YO SOY MI PASADO Y SOY MI DESPUÉS
SOY LIBRE Y DICHOSO POR ELECCIÓN.
SOY LA MANO QUE QUIERE AYUDAR.
NO HABLO SOLO DE MI, CUANDO DIGO QUE SOY
TE HABLO DE ESE LUGAR, DONDE NACE EL AMOR QUE SUEÑAS.
Imaginemos juntos: Buenos Aires… 25
de mayo de 1810, un cabildo de adobe y tejas,
a su alrededor algunos edificios
chatos, damas de miriñaque y un centenar de criollos que exigen el fin de la
tutela española y la expulsión del virrey. Las voces resuenan con la fuerza de
los cambios: EL PUEBLO QUIERE SABER DE QUÉ SE TRATA.
Sigamos imaginando ese día nublado y
quizás lluvioso, como tantos del otoño porteño. Un vecino resuelve pasarlo
junto al río, pescando. Regresa a la tardecita a su casa quizás con algún
pescado para compartir con su esposa e hijos… nada importante ha sucedido. Ese
porteño pudo haber sido uno de los tantos que no se enteró de nada de lo que
ocurrió en aquella jornada.
De los 40.000 habitantes que tenía
Buenos Aires por 1810, sólo un 1% participó del Cabildo Abierto del 22 de mayo,
aquella trascendental reunión en la que se asentaron las bases conceptuales y
jurídicas que fundamentarían el relevo del virrey y su reemplazo por una junta
designada ¬o más bien, asentida¬ por el pueblo. Es probable, entonces, que la
asamblea reunida más o menos tumultuosamente frente al Cabildo en la mañana del
25 de Mayo, no haya tenido un rating muy superior: 1000 o 1500 vecinos, como
máximo. Nuestro pescador habría formado parte, pues, de la enorme mayoría que
nada tuvo que ver con la transición del sistema colonial a un régimen nuevo,
implícitamente comprometido con la independencia de estas tierras.
Tanto en la reunión abierta del 22
como en el compromiso adquirido el 25 de Mayo por los componentes de la Junta,
se dejó claramente sentada la necesidad de convocar a los representantes del
pueblo de las restantes ciudades del virreinato para que homologaran lo
decidido por el de Buenos Aires. Y en este reconocimiento venía implícita la
idea de federalismo y también la noción de la integridad del virreinato.
De nada de esto pudo enterarse el
vecino que imaginamos en la tarde de esa jornada, regresando a su casa con un
par de pescados al hombro... Pero seguramente tardó muy poco tiempo en advertir
que lo sucedido ese día también involucraba su propia vida. Porque de comienzos
protagonizados por algunos pocos, pueden venir cambios trascendentales como los
que conlleva la creación de una nueva Nación. Nada más ni nada menos.
Mariano Moreno -uno de los más
esclarecidos patriotas de la Revolución de Mayo y cuyo nombre se eligió para
nuestra Biblioteca Popular que festeja sus jóvenes 10 años- reivindicó valores
todavía vigentes: la importancia de la instrucción y la educación como método
contra las tiranías, la necesidad de vigilar la conducta de los representantes,
los reparos ante las injerencias del extranjero y la necesidad de una
organización federal en el gobierno.
Hoy nace nuevamente nuestra Patria,
deseosos de resignificar la metáfora de nuestro origen, el mito de creación que
nos permite imaginarnos unidos en los avatares de estos 205 años de vida. Hoy la
revolución de 1810 se presenta como una salida del pasado colonial, que no solo
propiciaba un cambio de gobierno sino que daba sentido a una experiencia
inédita: un llamado a producir transformaciones que reconocían principios y
valores como la Libertad, la Justicia y la Igualdad.
Hoy no podemos regresar a nuestros
hogares y decir que no sabemos qué nos acontece como Nación, como aquel vecino
que fue a pescar el 25 de Mayo… Vivir en democracia es un acto cotidiano que no
se resuelve en lo individual; el trabajo en equipo, la coherencia y el
compromiso ciudadano son instrumentos necesarios para el funcionamiento de lo
que nos rodea.
Y como escuchamos hoy: “Somos tan distintos e iguales/
Somos el que siente y el que no está /Todos somos uno con los demás /Soy mi
pasado y soy mi después /Soy libre y dichoso por elección…” Somos argentinos
por nuestro pasado, por nuestro después, pero es este hoy que nos reclama no
claudicar, no negociar, no ocultar, no silenciar… sí trabajar, soñar, crear,
producir, enseñar, aprender… vivir como ciudadanos libres en “ese lugar donde nace el amor que sueñas”: la
Argentina.
Prof. Sonia A. Nieto
Número artístico a cargo de alumnas de 1º y 2º año coordinadas por las Prof. Verónica D'Alleva y Silvina Barbar.
¡¡¡VIVA LA PATRIA!!!
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